"LA ENCICLOPEDIA"
Filósofo suizo, ilustrado y romántico, nacido
en Ginebra. Su madre, Suzanne Bernard, muere a los pocos días de haber dado a
luz, y su padre, Isaac Rousseau, le educa en casa leyendo con él novelas
sentimentales y las Vidas de Plutarco, pero cuando por causa de un duelo se ve
obligado a exiliarse de Ginebra para evitar la cárcel, abandona al pequeño
Jean-Jacques de diez años de edad, que es acogido por su tío y enviado a vivir a
pensión, junto con su propio hijo, en casa de un clérigo, donde recibe por
primera vez una cierta educación escolar. Vuelto a Ginebra, entra a trabajar
como aprendiz de escribano y de grabador. Cuatro años más tarde, en 1728,
abandona su casa y Ginebra, tras llegar tarde a la ciudad y ver de lejos cómo se
le cierran las puertas, y a sus dieciséis años se lanza al mundo
aventuradamente.
En Annecy, Saboya, es acogido por un clérigo,
que lo recomienda a una conversa al catolicismo, Mme. de Warens, quien a su vez
lo envía a un catecumenado en Turín, donde abandona el calvinismo y es bautizado
como católico; sirve como criado durante un tiempo en esta ciudad, y finalmente
vuelve con Mme. de Warens, con quien establece una amistad materno-filial, que
con el tiempo se transforma en amorosa y apasionada.
Transcurren diez años de lecturas, estudios,
obras literarias de poca monta, aventuras, viajes, rupturas y regresos a Annecy,
hasta que se produce la ruptura definitiva con la mujer que hasta entonces le
había dado estabilidad emocional. Marcha a París, donde presenta a la Academia
de Ciencias un Proyecto concerniente a nuevos signos para la música, que es
rechazado; compone la ópera Les Muses galantes, Mme. d´Épinay lo introduce en el
ambiente distinguido y es nombrado secretario de embajada en Venecia.
Vuelve a París en 1744 y comienza su trato con
los philosophes, Diderot y d´Alembert sobre todo, y su colaboración en artículos
para la Enciclopedia.
Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, fue un cronista y pensador político francés que vivió durante la llamada Ilustración
El objetivo del pensamiento político de
Montesquieu, expresado en el Espíritu de las
leyes, es elaborar una física de las sociedades humanas. Su modelo,
tanto en contenido como metodología, está más en la línea de lo experiemntal que
lo especulativo. Adopta el análisis histórico, basado en la comparación; arranca
de los hechos, observando sus variaciones para extraer de ellas leyes.
En esta obra se nos ofrece, además de la
descripción de las idiosincrasias nacionales, las diversas formas de gobierno y
sus fundamentos, así como los condicionantes históricos e, incluso, climáticos
de éstos, elaboró un novedoso enfoque de las leyes, los hechos sociales y la
política: se desvane la clásica oposición entre las tesis iusnaturalistas y
escépticas, que atribuían el fundamento de las leyes a la arbitrariedad de los
legisladores: consideraba más bien que las leyes proceden de relaciones
necesarias derivadas de la naturaleza de las cosas y las relaciones sociales, de
forma que no sólo se opuso a la separación entre ley natural y ley positiva sino
que consideraba que son complementarias.
Cada pueblo tiene las formas de gobierno y las
leyes que son propias a su idiosincrasia y trayectoria histórica, y no existe un
único baremo desde el cual juzgar la bondad o maldad de sus corpus legislativos.
A cada forma de gobierno le corresponden determinadas leyes, pero tanto éstas
como aquéllas están determinadas por factores objetivos tales como el clima y
las peculiaridades geográficas que, según él, intervienen tanto como los
condicionantes históricos en la formación de las leyes. No obstante, teniendo en
cuenta dichos factores, se puede tomar el conjunto del corpus legislativo y las
formas de gobierno como indicadores de los grados de libertad a los que ha
llegado un determinado pueblo.
La filosofía política se transmuta en una
filosofía moral cuando establece un ideal político que defiende es el de la
consecución de la máxima libertad aunada a la necesaria autoridad política;
rechaza abiertamente las formas de gobierno despóticas. Pero para garantizarla
al máximo, Montesquieu considera que es imprescindible la separación de poderes.
Muy influenciado por Locke, desarrolla
la concepción liberalista de éste, y además de considerar la necesidad de
separar el poder ejecutivo del poder legislativo, piensa que también es preciso
separar el poder judicial. Esta separación de los tres poderes ha sido asumida y
aplicada por todos los gobiernos democráticos posteriores.
Seudónimo de François-Marie Arouet, poeta,
dramaturgo y filósofo francés, nacido en París, símbolo de la Ilustración. A los
diez años ingresa en el colegio de los jesuitas de Louis-le-Grand, donde recibe
una educación preferentemente literaria y en 1711 inicia los estudios de
derecho, que no va a terminar nunca. Su interés está en mundo de las
letras.
Acusado de haber escrito un poema difamatorio
contra el Regente sufre el primero de sus destierros y ha de abandonar París.
De regreso a París y tras exculparse, se le atribuyen nuevos escritos
difamatorios y es enviado a La Bastilla en 1717. Durante los 11 meses que
permanece allí, toma el nombre de «Voltaire», anagrama de «Arouet Le
Jeune».
En 1718 se representa en la Comédie Française
su tragedia en verso, Edipo, que logra un gran éxito. Asuntos de honor
con un noble le llevan de nuevo a La Bastilla en 1726; de allí sale exiliado
hacia Inglaterra, donde permanece tres años. El contacto con la cultura inglesa
supone para Voltaire el descubrimiento de la ciencia newtoniana, de la
filosofía empirista y de las instituciones políticas inglesas.
Sus éxitos literarios se sucedieron unos a
otros: La Henriada (1727), poemas, Bruto, Zaira, tragedias,
Historia de Carlos XII, ensayo histórico y una de sus obras más
perdurables, Cartas filosóficas (1734). La
aparición de esta obra supuso un escándalo público; las Cartas fueron
quemadas públicamente y su autor, amenazado de arresto, tuvo que huir.
El refugio a que se acoge Voltaire es el
castillo de la marquesa de Chatêlet, en Cirey, a quien se une sentimentalmente
durante los dieciséis años siguientes. Durante esta época relativamente
tranquila y fructífera -construyen en el castillo un laboratorio de física y
química, comparten estudios de matemáticas e historia, se reúnen con científicos
y personas de relieve- publica, aparte de diversas tragedias, Elementos de la
filosofía de Newton (1737), Metafísica de Newton (1740), y es
nombrado miembro de la Academia Francesa en 1746.
Tras la muerte de Mme. de Chatêlet, Voltaire,
invitado por Federico de Prusia, parte para Berlín, donde es nombrado chambelán
de la corte y goza de aposentos en los palacios reales. De esta época es la
importante obra El siglo de Luis XIV (1751). Deja Prusia, tras una riña
con su antiguo amigo y entonces competidor en la fama, Pierre-Louis Moreau de
Maupertuis y se traslada a Francfort y luego a las inmediaciones de Ginebra
(1754-1755). Aprovecha el desasosiego causado por el terremoto de Lisboa de 1755
para publicar Poema sobre el desastre de Lisboa, inicia sus
colaboraciones con la Enciclopedia, y publica los siete volúmenes de
Ensayos sobre la historia general y sobre las costumbres y el espíritu de las
naciones (1756) e Historia del imperio de Rusia bajo Pedro el Grande
(1759).
En 1758 compra una finca en Ferney, en la
Lorena, y se instala allí definitivamente. En 1759 aparece Cándido, o el
optimismo, poema en que prosigue la línea de crítica al optimismo
leibniciano y de creencia en la providencia divina. Poco después, aprovechando
el éxito logrado con sus esfuerzos por reivindicar la memoria de Calas, hugonote
quemado bajo la acusación de ahorcar a uno de sus hijos convertido al
catolicismo, publica Tratado sobre la
tolerancia . Durante esta época
discute repetidas veces con Rousseau, el cual le culpaba de la mala disposición
que las autoridades religiosas de Ginebra le mostraban.
En estos años comienza su lucha constante
contra la Iglesia católica, en la que personifica su odio a la religión,
mientras se confiesa creyente en un Ser supremo y nunca ateo. Aparecen
sucesivamente diversas obras de contenido filosófico: El diccionario
filosófico de bolsillo (1764), Filosofía de la historia (1765), El
filósofo ignorante y Comentario al libro sobre delitos y penas de Beccaria
(ambos en 1766).
A pesar de todos sus éxitos filosóficos y
literarios, a Voltaire le estaba prohibido todavía acercarse a París. Tras subir
al trono Luis XVI, aprovechó la representación en la Comédie Française de su
tragedia, Irene, para acudir a la capital. El éxito personal de Voltaire
en París fue clamoroso. La Academia Francesa en pleno, reunida entonces en el
Louvre, le rinde tributo de admiración y respeto y d´Alembert hace su elogio
público.
Murió el 30 de mayo y fue sepultado en el
monasterio benedictino de Scellières, cerca de Troyes. Posteriormente fue
trasladado en triunfo al Panteón de Hombres Ilustres, en París
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