EL
DESPOTISMO ILUSTRADO
El régimen político más extendido en el siglo XVII es el absolutismo. El absolutismo del siglo XVIII recibe el
nombre de “Despotismo Ilustrado”, que se puede definir como “la utilización de
la ideología ilustrada por parte de las leyes absolutas para mantener su
absolutismo”.
La
Ilustración es un pensamiento crítico y reformista. Los reyes absolutos, pues,
del siglo XVIII (los llamados “déspotas ilustrados”), toman de la Ilustración
lo que les conviene y, apoyándose en ella, introducen en sus estados una serie
de reformas y mejoras importantes: suprimen los restos que aún quedaban de
feudalismo (es el caso de Federico II de Prusia y María Teresa de Austria);
protegen la agricultura con la construcción de canales y pantanos y con la
introducción de nuevos cultivos; urbanizan y modernizan las ciudades (Carlos
III de España fue el que convirtió a Madrid en ciudad moderna abriendo grandes avenidas, construyendo monumentos y
dotándola de alumbrado público).
Introducen
reformas judiciales, por ejemplo, suprimiendo la tortura que hasta entonces se
había utilizado por los jueces como forma corriente de investigación; y
crean multitud de centros educativos,
como academias y universidades. Sin embargo, estas reformas se llevan a cabo sin
contar con el pueblo; el lema del despotismo ilustrado es “todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
Además,
rechazan lo que es más importante de la
Ilustración: la libertad política. Por eso, la burguesía ilustrada, que
al principio apoya la reforma de los reyes, cuando ven que estos no conceden lo
más importante, la libertad, se vuelven contra el absolutismo y se producen
revoluciones.
Esta re chahci el blog
ResponderEliminarNha de locos
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