2.-
EL PENSAMIENTO ILUSTRADO
Durante
el siglo XVIII, se desarrolla un pensamiento crítico contra los principios del
Antiguo Régimen que sentará las bases del pensamiento moderno.
A este movimiento
intelectual se la conoce como ILUSTRACIÓN.
Nace en Inglaterra y Escocia en el XVII y se extiende por toda Europa
Se
caracteriza: por la valoración de la razón humana, la necesidad de progreso económico
y social y por criticar el pensamiento
religioso tradicional.
2.1.-
El siglo de las luces
El
XVIII se conoce como “Siglo de las luces”, la Ilustración es una explicación
racional del mundo que “venía a iluminar
las sombras heredadas de la tradición o la superstición”
Se
cuestionan los planteamientos religiosos en los que se basa el poder, la
influencia de la iglesia, las convicciones sociales, el orden estamental y las
ideas y creencias tradicionales.
En este periodo se
produce un gran avance en la ciencia, matemáticas y física, se estudian los
astros y la ley de la gravedad, se sentaran las bases de la astronomía, la química moderna, que pondrán
en duda los relatos bíblicos sobre la creación.
2.2.-
El
pensamiento económico.
En este momento se
sientan las bases del LIBERALISMO ECONÓMICO: Adam Smith demuestra que el
progreso económico exige libertad para los medios de producción: capital,
tierra y trabajo sometidos al control de la nobleza y o el clero.
El liberalismo
económico
Defiende
la no intromisión del Estado en las relaciones mercantiles entre los
ciudadanos, impulsando la reducción de impuestos a su mínima expresión y
eliminando cualquier regulación sobre comercio, producción, etc. La no
intervención del Estado asegura la igualdad de condiciones de todos los
individuos, lo que permite que se establezca un marco de competencia perfecta,
sin restricciones ni manipulaciones de diversos tipos
Según este autor, el
valor y precio de las mercancías proceden del trabajo, el trabajador es quien
produce la riqueza, lo que se contradice con una sociedad que ve el trabajo
manual como deshonroso y asume como primer valor la propiedad de la tierra.
2.3.-
La
crítica social y política.
J.
Locke antecesor de los llamados “les philosophes” justificaba el
parlamentarismo ingles y defendía el
“contrato social” que debe regir las relaciones entre gobernantes y gobernados.
Defendía la tolerancia de ideas y creencias diferentes y un sistema político
pactado por la sociedad. (Contrario a
las ideas absolutistas)
·
Sus principales pensadores fueron:
o
Voltaire: reivindica la libertad
política y la tolerancia religiosa y unifica las instituciones del Estado.
o
Montesquieu: Propuso como modelo un
sistema monárquico, controlado por una constitución y los poderes separados
(legislativos, ejecutivos y judicial). Cuestiona la monarquía absoluta e
inspira la constitución norteamericana de 1787 y la mayoría de las
constituciones europeas del siglo XIX.
o
Rousseau: en su obra “El contrato
social” concibe el gobierno como un contrato que debe reflejar la voluntad
general, en la que se fundan todas las voluntades individuales: SOBERANÍA
NACIONAL. El gobierno es secundario, los reyes o los representantes elegidos no
eran más que delegados de un pueblo soberano. Además critica la propiedad,
defiende la igualdad de los seres humanos (conceptos que se recogerán en los
futuros planteamientos democráticos)
2.4.-
La
enciclopedia
En
principio, las ideas ilustradas circularon entre unas élites reducidas. (Nobles,
clero, burguesía…)
Su
difusión se llevó a cabo a través de la ENCICLOPEDIA, dirigida por D`Alembert y
Diderot. La obra constaba de 28 volúmenes y se presentaba como un diccionario razonado de las ciencias,
las artes y las técnicas.
Recogen esta obra se
recoge el conocimiento de la época y se critica indirectamente las
instituciones políticas y religiosas.
Durante el siglo
XVIII, se desarrollarán las “corrientes
de opinión pública” que sería la base de los futuros partidos políticos. A eso
se suman las tertulias, las discusiones en academias científicas y humanísticas
y la aparición de los periódicos que favorecen el desarrollo de las mismas.
2.5.-El
absolutismo ilustrado: el absolutismo ilustrado/ el despotismo ilustrado.
Muchas
monarquías utilizaron a la Ilustración como una manera de frenar el poder de la
iglesia y la nobleza. Los “déspotas ilustrados” planificaban reformas que
consideraban favorables para el pueblo, pero sin contar con él. La frase que lo
resume es “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”
Estos
reyes aceptaron las ideas ilustradas al igual que parte de la nobleza y el
clero. Pero la crítica que los
ilustrados desarrollan hacia sus
atrasadas ideas, cambia estos planteamientos.
Sin
embargo, el progreso de la economía, la mejora del nivel de vida o del grado de
instrucción de la población, sólo podrían alcanzarse cambiando los cimientos en
los que se basa su poder. Por eso muchos reyes abandonan las ideas ilustradas,
actuando como déspotas ilustrados.
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