lunes, 9 de diciembre de 2013

Cambios sociales en el siglo XIX. II parte. El movimiento obrero.


4.- EL MOVIMIENTO OBRERO.

Orígenes.
 
La mano de obra era abundante, las condiciones de contratación y salarios eran  muy desfavorables para los obreros, el despido era libre, y los trabajadores no tenían derechos. Los motivos de conflictividad social eran constantes.

Las crisis económicas eran periódicas lo que hacía crecer el paro.  En principio los trabajadores no son conscientes de su situación, pero poco a poco se fueron organizando para defender sus intereses: pedían mejoras de las condiciones laborales, la reducción de la jornada y el aumento del salario. Además, solicitaban el derecho al voto, a reunirse, a asociarse y a expresarse libremente.

 Las primeras asociaciones de trabajadores.

 El motor del asociacionismo obrero fue la defensa colectiva de las condiciones salariales y laborales. Estaban prohibidas, por ello el derecho de asociación y reunión fue una de sus primeras reivindicaciones. La huelga fue uno de los principales instrumentos de presión.

Las primeras fueron las Sociedades de Socorros Mutuos para auxiliar a sus asociados en caso de accidente, enfermedad o muerte.           

 Primeras acciones obreras: el ludismo, Gran Bretaña.

 El uso de las máquinas textiles supuso un empeoramiento de las condiciones de trabajo, por ello  los artesanos y trabajadores expresaron sus protestas destruyéndolas.

Solían enviar comunicados amenazadores a empresarios y comerciantes antes de dirigir su violencia con las maquinas. Firmaban con el nombre de Nedd Ludd de donde viene el ludismo, un legendario tejedor que había sido el primero en romper su telar.

 La lucha política: el cartismo.


El ebanista londinense William Lovett se propuso conseguir derechos políticos para los trabajadores, por ello elaboró la Carta del pueblo, en la que se reclamaban el sufragio universal masculino, el voto secreto y la igualdad de distritos electorales.

El gobierno británico rechazo en tres ocasiones las peticiones de la Carta y reprimió las huelgas y los intentos de insurrección. El movimiento se debilitó, pero su existencia obligó al Estado a emprender la regulación de las relaciones  laborales: se estableció una ley de asociación más favorable y se limitaba la jornada laboral de mujeres y  niños a 10 horas.


5.- TEORÍAS Y DOCTRINAS SOCIALES: EL SOCIALISMO.

 El socialismo premarxista.

Estas teorías florecieron en el siglo XIX con la intención de remediar los costes sociales de la industrialización. Son los llamados “socialistas utópicos”.

El término socialista se empezó a usar en Francia en la revolución de 1830. Su  significado era impreciso, estaba influido por la ilustración y la mentalidad romántica de la época: en sus planteamientos se encuentran consideraciones morales sobre los efectos negativos del capitalismo, desarrollando proyectos imaginativos de sociedades ideales donde no existiera la explotación ni la injusticia social.

Entre los socialistas utópicos están:

    Robert Owen, británico creía que el valor de las mercancías dependía de la cantidad de trabajo empleado en producirlas. Introdujo en su fábrica cambios como la educación de los niños, aumento del salario, reducción de jornada y un sistema de incentivos. Su empresa tuvo éxito pero no convenció a los empresarios.

    Saint-Simón, era partidario del progreso técnico de la producción y de que las élites científicas dirigieran una organización social que proporcionara bienestar al mayor número de personas

    Pierre-Joseph Proudhon, denunció que la propiedad privada era el origen de la desigualdad. Sus ataques contra las instituciones y sus posiciones antiautoritarias hacen que se les considere uno de los precursores del anarquismo.

 El marxismo.

      Sus ideas sociales y políticas se conocen como socialismo científico. Engels era un buen conocedor de la industria moderna y Marx tenía una amplia formación académica y filosófica. La colaboración de ambos supuso la elaboración de una teoría socialista que se llamaría Marxismo y que tuvo gran influencia tanto en filosofía como en política.

Su primer texto fue el “Manifiesto del Partido Comunista” en él se denuncia la sociedad burguesa y entiende que en el futuro el proletariado tiene que emanciparse creándose una sociedad sin clases. 

Es un texto propagandístico, un llamamiento a la organización y la acción política de los trabajadores para defender sus intereses y conquistar el poder. El marxismo se difundió con otra idea: los trabajadores deben organizarse en partidos políticos independientes de los partidos burgueses.

 6.- LA AIT Y LA APARICIÓN DEL ANARQUISMO.

 La Asociación Internacional de Trabajadores. AIT

 En septiembre de 1864 un grupo de delegados de organizaciones obreras acordaron fundar la Asociación Internacional de Trabajadores, conocida también como la I Internacional. Se eligió un comité provisional de 50 delegados de distintas tendencias en las que pronto destacó Marx.  El redactó el manifiesto inaugural y los estatutos organizativos, donde incorporó dos ideas propias:

    • La emancipación debe ser obra de los propios trabajadores.
    • La clase obrera debe participar en la lucha política y alcanzar el poder para cambiar la sociedad.
La AIT sirvió para afianzar la conciencia diferenciada de la clase obrera,  extendiéndose rápidamente.

Los primeros congresos fueron escenario de intensas confrontaciones, los más virulentos se produjeron entre los seguidores de este y los de Bakunin, que concluyeron con el debilitamiento y la escisión de la organización.

 Los orígenes del anarquismo.

 Mijail Bakunin fue el principal representante. Los anarquistas rechazaban la organización centralizada, enemigos de la acción política, atacando no solo al estado capitalista sino contra cualquier forma de Estado.

Pensaban que no eran los trabajadores industriales los protagonistas fundamentales de la revolución, sino sectores más oprimidos como los campesinos, estudiantes, jóvenes….El anarquismo reniega de los partidos políticos y prefieren actuar con los sindicatos. Algunos eligen la vía del atentado terrorista.

La Comuna de París y la disolución de la I Internacional.

 Fue a pesar de su brevedad la primera experiencia de un gobierno obrero. Se inicia tras la derrota francesa y la caída del II Imperio francés una revolución de carácter democrático y socialista.

Se organizan elecciones y se forma una asamblea comunal, controlada por un poder popular. A los pocos meses, tras duras batallas con la población de parís, las tropas de la III República francesa  la reprime ferozmente.

Marx opinaba que el fracaso se debía a la falta de programa político coherente y de una organización adecuada. Mientras que Bakunin destaca la virtud del carácter espontaneo del movimiento popular. Las dos posiciones chocaron frontalmente, por lo que Bakunin fue expulsado.

Los gobiernos alarmados por los acontecimientos de la Comuna persiguieron a la AIT a la declararon fueran de la ley. La I internacional se disolvió.

 7.- LOS PARTIDOS SOCIALISTAS Y LA II INTERNACIONAL.

 Ante el fracaso del proyecto de la I AIT, el movimiento obrero se organizo en partidos socialistas nacionales. Estos se agruparon en una nueva Internacional:

      • Fuerte por representar la unidad del socialismo internacional.
      • Débil por albergar posiciones diferentes posiciones doctrinales y políticas muy diversas.

La reconstrucción de la Internacional.

La II Internacional se funda en 1889 en el Paris de la Exposición Universal y en el primer centenario de la Revolución Francesa.

Era una federación flexible partidos socialistas que aceptaban el sistema democrático.

 Bajo la imagen de unidad, existen grandes diferencias doctrinales y políticas:

    • Una minoritaria que condujo a la revolución rusa.
    • Otra la política reformista y social demócrata que se defiende aún en la actualidad.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario